martes, 7 de septiembre de 2010

AUMENTAN CASOS DE LEUCEMIA EN EL CANTÓN PORTOVELO

Rìo Las Caleras, a la altura del complejo minero El Pache, en el cantòn Portovelo, a 100 kilòmetros de Machala, capital de la Provincia de El Oro.

Poza de desechos de minerìa que son arrojados al rìo Caleras, en el cantòn Portovelo, El Oro, Ecuador
Portovelo.- El reciente fallecimiento del Sr. Elio Romero Valarezo, minero y voluntario del Cuerpo de Bomberos de Portovelo, quien fue aquejado de  una leucemia fulminante que fue tratada en Cuenca y Quito, ha reavivado la preocupación y el debate por la presencia recurrente de este tipo de enfermedades asociadas a las actividades mineras.
Las últimas informaciones del Viceministro de Minas del Ecuador, dando a conocer sobre el censo minero que se cumplió en meses anteriores, determinó la presencia de 1.349 minas en el país, de las cuales 541 (41%) están en la provincia de El Oro, lo que se podría decir que es alentador, pero por otro lado también es preocupante porque a mayor número de minas es mayor la contaminación ambiental, especialmente en la cuenca del río Puyango-Tumbes, donde se asientan los cantones mineros de Portovelo y Zaruma.
Hay que recalcar que los mineros artesanales de los mencionados cantones orenses, y de otros distritos mineros no utilizan tecnología adecuada lo que deviene en un mayor destrozo de los recursos naturales (aire, suelos, agua), especialmente los hídricos con evidentes pérdida de vertientes de agua como por ejemplo ya ocurre en el sitio San Antonio de Zaruma.
El sector del complejo minero El Pache  es una verdadera cámara de gases, desde Buza, siguiendo el río Las Caleras y Amarillo hasta la zona urbana de Portovelo. Las personas que viven o traban ahí respiran a cada instante aire con gases de metales pesados (cianuro, mercurio, zinc, etc.), aire que va a los pulmones y contamina la sangre, empezando por un proceso de destrucción de los glóbulos rojos que deviene en anemias y leucemia. 
Los resultados de un monitoreo de la zona de Portovelo-Zaruma, realizado entre el 1996 y 1998 por PRODEMINCA ya se advirtió de los impactos ambientales de la minería, afectando directamente a la población del entorno.  Se mostró que la minería ha causado considerables impactos ambientales, de los cuales los más severos son los de las áreas Portovelo-Zaruma y Ponce Enríquez. Los principales contaminantes son cianuro, mercurio y otros metales pesados. Las fuentes más importantes de los contaminantes son las colas y los relaves descargados directa o indirectamente en los ríos, por los sistemas inadecuados de disposición. La descarga de los contaminantes ha causado la extinción de toda forma de vida acuática superior en ciertos tramos de ríos. Además, en varios lugares, la mala calidad del agua imposibilita su uso como agua potable para irrigación o para criaderos acuáticos. La situación ambiental de la cuenca probablemente está más deteriorada, por ello se alistan demandas internacionales por parte del Perú, especialmente de las autoridades de Tumbes, donde desemboca el río binacional.
El pasado 13 de abril del 2010, el Alcalde de Portovelo, Julio Romero Orellana, en una noticia divulgada por Diario Opinión de la ciudad de Machala denunció que en su cantón hay problemas graves de salud, con un creciente número de discapacitados, apareciendo también enfermedades raras, añadió que trayendo arsénico de otros cantones mineros, y este es veneno, culpando incluso a las grandes compañías, sin considerar que la pequeña minería y minería artesanal también provocan similares impactos ambientales al ecosistema.
La familia de Máximo Rivera, en Portovelo, es otra de las familias afectadas. Años atrás la leucemia, ya cobró la vida de dos de sus hijos, y una tercera hija también, posiblemente, adolezca la misma enfermedad, por lo cual la solidaridad de la gente de Portovelo debe hacerse presente en este momento que atraviesa el Sr. Rivera.  Será necesario que el propio Gobierno, a través del Ministerio de Salud, apoye a esta familia que atraviesa esta desgracia, esto en base a lo dispone el Art. 50 de la Constitución en que el Estado que garantiza a toda persona que sufra enfermedades catastróficas o de alta complejidad el derecho a una atención especializada. 
La actual Constitución de Montecristi ha otorgado derechos a la naturaleza, entre ellos el derecho a la población a vivir en un ambiente sano que garantice el buen vivir, en la que está incluida la salud de la población.  Demandas de delitos contra la naturaleza que ya se han cursado en El Oro, pero han quedado en letra muerta, a pesar de pruebas contundentes.  Lamentablemente, los fiscales y jueces no saben mucho sobre contaminación ambiental o son influenciados por los poderes mineros, por lo que es necesario que funcionen veedurías paralelas con el ánimo de observar el desarrollo de estos procesos, mejorar la capacidad de fiscalías y juzgados; y al mismo tiempo también se requieren más abogados especializados en cuestiones ambientales.

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