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Saquillos con cuarzo en el fondo de una vertiente de agua. |
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Una vista a Apartadero, desde Ayapamba. Se puede distinguir una mina junto a la carretera. |
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Mina informal en el sector Nuevo, cerca a Apartadero |
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Trabajadores mineros... |
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Estas minas y sus residuos están contaminando la quebrada El Remache, a pocos metros del centro poblado de Ayapamba, cantón Atahualpa, provincia de El Oro. |
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Carreteras y minas están afectando el frágil ecosistema de la zona |
Machala.- En estos últimos meses se ha desatado una verdadera fiebre de oro en la parroquia Ayapamba y en el barrio Apartadero, pertenecientes al cantón Atahualpa. La zona está ubicada a 4 kilómetros de la cabecera cantonal, Paccha, y a 9 kilómetros de la ciudad de Piñas, poblaciones de la parte alta de la provincia de El Oro.
Aunque los trabajos mineros de Ayapamba se remontan a la presencia de la compañía Norteamericana (Sadco) que tenía en la zona algunas minas desde donde llevaba material mineralizado al campamento minero de Portovelo, las actividades mineras en el cantón Atahualpa en los últimos años se ha realizado con intermitencia. Hace algunos años la empresa minera Elipe S.A.(Área Bethsabeth) realizó labores de exploración y explotación, pero sin conocerse las razones abandonó dichos trabajos, los mismos que han sido retomados con intensidad desde el año pasado por parte de mineros informales, con el eminente peligro, dado su informalidad, de secar las vertientes, que desembocan en el río Calera, afluente del río binacional Puyango-Tumbes.
Uno de los sectores con más bocaminas es el sitio Nuevo, a pocos metros del centro poblado de Apartadero, donde se han abierto carreteras presumiblemente sin ningún permiso y sin estudio de impactos ambientales y sin observar la nueva Ley de Minería, causando un grave impacto a esta zona eminentemente agrícola, con sembríos de caña de azúcar y con un alta producción de panela.
De igual manera, en un cerro, a 300 metros del centro poblado de Ayapamba, se han abierto alrededor de cinco bocaminas, la principal de ellas a orillas de la quebrada “El Remache”, la misma que sus aguas contaminadas. Antes de esta quebrada cubrían sus necesidades del líquido vital los habitantes de Apartadero, quienes están conscientes del problema ambiental, pero no reclaman porque los intereses mineros siempre se imponen y no quieren perder el tiempo, y porque además les da trabajo a la gente del sector, según un profesor del colegio del sector.
Aunque la zona esté legalmente concesionada, los mineros artesanales estarían trabajando en la informalidad, es decir sin ningún control por parte del Ministerio de Recursos Naturales No Renovables, del Ministerio del Ambiente; Demarcación Hidrográfica del Jubones (SENAGUA) y la Secretaría de Gestión Ambiental del Gobierno Provincial Autónomo de El Oro. Por lo tanto, es necesario que dichas autoridades, en el marco de su competencia, indiquen a la opinión pública de El Oro y el país si se está realizando control para evitar la destrucción de los recursos naturales, especialmente los hídricos, en el cantón Atahualpa.
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