lunes, 13 de septiembre de 2010

TAMBOGRANDE, UN EJEMPLO EN DEFENSA DEL BUEN VIVIR

Ing. Godofredo García Baca, dirigente que fue asesinado misteriosamente.

Esta es una de las marchas que se realizaron en Tambogrande, Perú, en defensa de la vida y el medio ambiente


Machala (Agencia de Prensa El Oro).- Tambogrande, pequeño pueblo agrícola en el valle de San Lorenzo, en departamento de Piura, en la costa norte peruana, a 50 kilómetros de la frontera con Ecuador.  Su población urbana es de 16.000 habitantes y la población distrital de unos 70,000 habitantes, dedicados en un 75% a actividades agrícolas.  Este animado pueblo es productor de frutas con un exuberante y verde oasis que contrasta con el resto del territorio de la costa peruana que es un árido desierto.  Hace cuarenta años un enorme proyecto de irrigación auspiciado por el Banco Mun­dial y el duro trabajo de los colonos del valle transformaron cerca de 50,000 hec­táreas de tierras aparentemente no culti­vables en fértiles huertos subtropicales.
Como ha estado pasando en los pueblos mineros del Ecuador, desde hace décadas, las empresas mineras, grandes, medianas y mineros informales, están trayendo controversia con sus actividades extractivas.  Tambogrande fue un claro ejemplo de lo aseverado. Este es un tema que debe los habitantes de la parte Alta de El Oro deben conocer, aprender y de paso impedir la indiscriminada explotación minera que está poniendo en un grave peligro los recursos hídricos de la zona, y de paso unos pocos se llevan millones de dólares dejando miseria en nuestros pueblos.
Tambogrande un pueblo con mucha riqueza ecológica, pero no quiere saber nada con la minería, ¿qué es mejor?¿Minería o agricultura? y los pobladores tienen razón al decir que el oro no se come. Tambogrande es un pueblo que desde hace diez años lucha por preservar su modo de vida cuando un rico yacimiento multimetálico fue descubierto justo debajo de sus calles y tierra.
Entre 1998 y 2003 la población de Tambogrande mantuvo un serio conflicto con Manhattan Minerals, una empresa minera junior de Canadá asociada con el Estado Peruano, que quiso mover parte del pueblo y explotar el yacimiento valorizado en mil millones de dólares, pero sin consultarle a dicha comunidad si deseaba cambiar su modo de vida y abandonar su pueblo. La población impidió el ingreso de la minería porque consideraron una segura destrucción de los recursos naturales locales, el desplazamiento de la agricultura y la destrucción del frágil ecosistema de bosque seco de algarrobos.
El 2001 se dieron hechos violentos cuando una movilización contra la minería se desbordó en un ataque a las oficinas y campamento de la minera canadiense, un mes más tarde un líder defensor del medio ambiente, Godofredo García Baca, fue asesinado en circunstancias aún sin aclararse. Por ello, Tambogrande, con la esperanza de encontrar una salida al conflicto organiza una consulta vecinal en junio del 2002, a fin de decidir democráticamente si permiten la entrada de la minera.
En la consulta popular, 25.381 votantes le dijeron no a la minería, es decir el 93.95 % de los votos emitidos, y sólo 374 votantes favorecieron a la Minería, de decir, apenas el 1.28 %. La incuestionable victoria de la agricultura, tesoneramente defendida por el pueblo tambograndino, debe atribuirse a su antigua y comprensible preocupación por su futuro, que encontró apoyo en el exterior. 
De eso han pasado 9 años, pero aún la ciudad de Tambogrande sigue siendo amenazada con la explotación minera, pero gracias a la férrea defensa de sus hombres y mujeres, lideres y Autoridades Municipales de defender el Medio Ambiente, la Agricultura, la ganadería, el bosque seco y la agroexportación, siempre están en pie de lucha ante las pretensiones del Gobierno de querer implantar a cualquier precio la explotación minera en el Valle de San Lorenzo, un Valle netamente agrícola con un gran potencial de riqueza en producción de Mangos y limones que son exportados a los mercados internacionales de América y Europa. En todo caso como conclusión se puede señalar que Tambogrande decidió en la consulta del 2002 su propio modelo de desarrollo plasmado en la agricultura y la agroexplotación cuando el 99% dijo no a la minería en sus tierras.

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